La gira Back to Reggaetón de Don Omar hizo una parada memorable en el Barclays Center de Nueva York la noche del sábado (9 de marzo), mostrando el incuestionable talento de la leyenda puertorriqueña. Su actuación, llena de energía y nostalgia, reforzó su título como el Rey del Reggaetón, cautivando al público con una mezcla de sus mayores éxitos y una presencia escénica fascinante.

La gira Back to Reggaetón, producida por CMN, marca el tan esperado regreso de Don Omar al escenario, celebrando dos décadas de éxitos influyentes a nivel global. La gira de arenas, que comenzó en marzo en Reading, Pensilvania, el 7 de marzo, también incluirá paradas en ciudades importantes como Los Ángeles, Chicago, Miami, Las Vegas y Houston.

El escenario se encendió con el pionero del reggaetón DJ Nelson detrás de los tocadiscos en un set de DJ, presentando clásicos que llevaron al público en un viaje a través de la historia del género. Comenzó con su propio éxito clásico, “Vengo acabando”, originalmente también cantado con Alberto Stylee. También tocó “Noche de travesuras” de Nicki Jam, “Lo que pasó pasó” de Daddy Yankee, “Yo voy” de Zion & Lennox, “Saoco” de Wisin y “Tusa” de Karol G con Nicki Minaj, preparando al público para el evento principal.

La entrada de Don Omar fue un espectáculo en sí mismo, con un gigantesco cráneo rotativo que sirvió como su dramático ascenso al escenario. El público gritó en una ovación de pie cuando apareció, su figura acentuada por una impactante garbardina de piel de serpiente negra adornado con un fur rojo, luciendo sus icónicas trenzas. Su actuación fue tanto un homenaje al legado del reggaetón como una celebración de su monumental carrera.

Repasó dos horas de éxitos como “Salió el sol”, “Hasta abajo” y “Dile”. “‘Pobre diabla’ es un éxito gracias a esta ciudad en America”, dijo después de interpretarla. “Esta canción significa Nueva York para mí”.

Aquí están los cinco mejores momentos de Don Omar en el Barclays Center.

  • Un espectáculo postapocalíptico
    El montaje del escenario transportó al público a un mundo postapocalíptico que recordaba a Mad Max. Bailarines vestidos de cuero negro — las mujeres con el pelo recogido y los hombres con pasamontañas — se movían enérgicamente sobre un fondo rojo fuego adornado con imágenes de calaveras y diseños mecánicos. Unos bailarines sostenían banderas negras proyectando la vibra de un soldado. El tema añadió una capa de intensidad y emoción al espectáculo, con los elementos visuales amplificando la energía poderosa de la música de Don Omar, que arrancó con “Dale Don dale”, siguió con “Repórtensen” y “Ronca”.
  • Homenaje a las leyendas del reggaetón
    Don Omar centró la atención a los pilares fundacionales del reggaetón, rindiendo homenaje a las leyendas que han dado forma al género. Este segmento de tributo fue una clase magistral sobre la historia del género, recordando a todos los presentes el viaje del reggaetón desde las calles de Puerto Rico hasta el dominio mundial. Interpretó canciones de Héctor y Tito (“Baila morena”, “Amor de colegio”), Luny Tunes (“Entre tú y yo”), Wisin y Yandel (“Nadie como tú”, “La pared”) y Daddy Yankee (“Gata Gangster”, “Desafío”). Muchos de ellos protagonizados también por Don Omar en el original.
    “35 años dedicó su vida al reggaetón. Ya no tengo con nadie con quién discutir”, dijo el Don sobre Daddy Yankee en tono jugetón, aludiendo a su rivalidad como reyes del género.
  • “Una noche histórica”
    “Gracias por hacer historia conmigo. Es la primera vez que me presento en el Barclays Center”, dijo entre canciones. “Esta es una noche histórica que les quiero dar las gracias a todos por venir a la noche de hoy. Gracias por los sacrificios. Gracias por ponerse bella y preciosa. Gracias a los esposos que pagaron las taquillas. Estoy viendo a uno por aquí,” dijo.
  • Rojos ardientes y dorados majestuosos
    El espectáculo fue un festín para los sentidos, con segmentos visualmente impresionantes en los que se alternaban los rojos ardientes para representar “la conquista”, con imágenes de fuego; los dorados reales para representar su reino, o The Kingdom, de reggaetón, adornado con coronas; los azules metálicos para denotar su condición de rey elegido, realzado por robots futuristas (“Sexy robótica” y “Blue Zone” adecuadamente interpretadas durante esta parte); y colores rosas para añadir un toque cyber punk.
  • El adios del Bandolero
    “Gracias por hacer mi sueño realidad… Fui desertor escolar, pastor de iglesia, y en el mejor momento de mi vida, ustedes me permitieron ser Don Omar”, dijo. “He cometido tantos y tantos errores que se que hoy, a mi edad, tengo claro donde estoy hoy en día, porque de cada uno de ellos aprendí.
    “Aprendí que en este planeta donde tú y yo vivimos, nadie tiene la llave del cielo. La única llave al cielo es tu relación directa con lo que hay en el cielo”, continuó. “Cada vez que cometo un error, un error de los míos le hace sentir mal a otro. Sabe por qué? Porque dice el Salmo 23, ‘Perdóname mis ofensas de la misma forma en la que yo puedo perdonar a los que me ofenden’. Mi nombre es William Omar Landrón Rivera. Todas las cosas buenas. Todas las cosas malas. Pero este sueño que soy todos los días. Yo soy un Bandolero”, dijo antes de cerrar apropiadamente la noche con el tema.
    A medida que continúa la gira Back to Reggaetón, está claro que Don Omar sigue siendo una figura fundamental a la hora de llevar la vibrante energía y la rica historia del reggaetón a los fans de Estados Unidos.